sábado, 18 de octubre de 2014

18Día
21 Día en la Corte Nazarí

A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.
Oscar Wilde
Hoja de ruta
Palacio del Generalife y sus infinitos rincones,callejear por el Albayzín.

Las puertas de Palacio, se abren...





Patio de las Caballerizas o de Polo, aquí al igual que Irving habla del tío Polo, sería este el patio donde vivía el tio Polo???
Este patio servía de establo y en la parte alta se ubicaban el pajar una vivienda de los encargados... Tiooooo!! tio Poloo!!estas por aquii...
El espíritu del lugar existe...


El abrevadero.

 En el interior de la puerta hay  dos bancos para la guardia.


Subiendo al paraíso de Palacio.

Patio de la Acequia. Responde al esquema árabe de patio cuatripartito (Char-Bagh) de origen persa y de gran tradición en Andalucía, pero condicionado por la disposición eminentemente longitudinal obligada por el terreno y potenciada por la presencia de la Acequia Real, que llevaba el agua al resto de los huertos y posteriormente a la Alhambra. 

En el Generalife todo es sencillo e íntimo. No hay nada arquitectura o naturaleza condicionada por la mano del hombre que trate de asombrarnos con pretensiones de magnificencia o de monumentalidad. 

Leopoldo Torres Balbás




Comienza el espectáculo del AGUA!!!!
El Generalife, construido entre los siglos XII y XIV, es el palacio utilizado por los reyes musulmanes como lugar de descanso. Fue concebido como villa rural, donde jardines ornamentales, huertos, patios y edificaciones se integran en las cercanías de la Alhambra.

El Generalife, Yannat al-Arif o «jardín del arquitecto» la finca más destacada de las que se extendían por los aledaños de la Alhambra. Trono de la Alhambra la llama Ibn Zamrak, el gran poeta en la Granada de Mohamed V. La primera referencia sobre ella aparece en la Ihata de Ibn al-Jatib, el cual la incluye entre las diecisiete huertas pertenecientes al Patrimonio Real, destacando de ella la frondosidad de sus árboles, que no dejaban penetrar los rayos del sol, y el encanto y frescor de sus aguas y aire fresco.

Obra del segundo sultán de la dinastía nazarí, Muhammad II (1273-1302), reformado por Ismael I en 1319. situado al pie de una elevación, conocida por Cerro del Sol, está separada de la Alhambra por un barranco.

Me marcho a buscar un rincón donde contemplar la belleza de este lugar.





Que bello es contemplar tranquilamente este oasis,es reconfortante  saber de las leyendas y mitos de amores prohibidos. Desconexión total!!



De regreso, me espera una corona, será el espiritu de mi tatatatatataratatattío polo, ??? Sabe que está aquí su sobri favorita.

Cuan princesita!!!

Esa puerta comunica con los palacios Nazaríes.


Las huertas situadas al sur del palacio, entre el camino de los Cipreses y el paseo de los Nogales, se comenzaron a transformar en jardines hacia 1930.


De regreso en el Generalife, descanso, me  relajo, disfruto del ruido del agua, de los increíbles aromas de las plantas, de las frutas, del huerto que rodea a toda la finca y de unas impresionantes vistas hacia la ciudad.

Sobre este palacio de peregrina belleza,
brilla la grandeza del Sultán.
Brilla su belleza y sus flores,
la lluvia de las nubes la cubre generosamente.
Las manos de sus creadores bordaron en sus lados
bordados que parecen flores de jardín.
Su salón parece una desposada que ofrece a la comitiva
nupcial su belleza tentadora.
Poema de Ibn al-Yayyab grabado en la entrada del pórtico del Generalife.


 Un abundante suministro de agua, traída de las montañas por viejos acueductos moriscos, circula por todo el palacio, abasteciendo sus baños y estanques de peces, destellando en surtidores dentro de las salas o murmurando en canales a lo largo de los pavimentos de mármol. Cuando ha pagado tributo a la sede real y visitado sus jardines y pastizales, fluye hacia abajo por la avenida que lleva a la ciudad, tintineando en riachuelos, brotando en fuentes y manteniendo un perpetuo verdor en esas arboledas que cubren y embellecen la entera colina de la Alhambra.
   Solo aquéllos que han residido en los ardientes climas del Sur pueden apreciar las delicias de una morada combinando las frescas brisas de la montaña con la lozanía y verdor del valle.
Washington Irving



La sede de la belleza está aquí.
Washington Irving



Poema de la taca derecha en el pórtico norte del Generalife
Estas tacas eran nichos, alacenas u hornacinas practicados en el muro, situados por parejas a ambos lados de los arcos o puertas de entrada a las habitaciones para contener vasijas con agua en su interior.
El poema, escrito en su alfiz dice:
«Taca en la puerta del salón más feliz
para servir a Su Alteza en el mirador.
¡Por Dios, qué bella es alzada
a la diestra del rey incomparable!
Cuando en ella aparecen los vasos de agua,
son como doncellas subidas a lo alto.
Regocíjate con Ismail, por quien
Dios te ha honrado y hecho feliz.
¡Subsista por él el Islam con fortaleza
tan poderosa, que sea la defensa del trono!»





El Generalife es un lugar sencillo, tranquilo, lleno de paz, un lugar para descansar, para olvidarse del día a día, para relajarse.








Descansando...



 ¡Qué hermoso es este jardín, donde las flores de la tierra rivalizan con las estrellas del cielo! ¿Qué puede compararse con la vasija de aquella fuente de alabastro, llena de agua cristalina? ¡Nada sino la luna en su plenitud, brillando en medio de un cielo sin nubes!
Inscripción árabe en la Alhambra citada por
 Washington Irving



Es una constante en toda la Alhambra, el agua en movimiento, algo muy importante en términos de pureza para los ritos musulmanes.




En la Sala Regia cobran protagonismo las yeserías, las tacas y los preciosos capiteles de mocárabes.







Mirador de Ismail I.



El atardecer en Palacio.






El cerro del Aceituno. Hora de marcharse...


Barrio granadino el Albaicín,Ribad al-Bayyazin 'Compañía de Halconeros'. Su abigarrado conglomerado de casas encaramadas en la colina frente a la Alhambra recuerda poderosamente a una medina magrebí. Su laberíntico trazado de calles y callejas que trepan por escaleras y se cruzan y se bifurcan y serpentean formando recodos, plazuelas y callejones sin salida es típico del urbanismo árabe. También lo es la tipología de muchas viviendas, desnudas y sobrias en su exterior, y dotadas de lujuriantes jardinesYcármenes, en su interior, de los que a veces no se ven más que las palmeras y los cipreses asomando por encima de los muros encalados. Muchas iglesias son antiguas mezquitas; sus campanarios, antiguos alminares; los subterráneos esconden numerosos aljibes para depósito de agua de tiempos de los nazaríes. 

Callejeando...



El Generalife.

Vistas de la Torre del Homenaje, esto me recuerda que necesito un homenaje a mi body, me las piro!!

Homenajeandome!!

Ohhh!! Muero por ti...

Hora de callejear por la noche estrellada de la ciudad Nazarí.




Como hicieron mis antepasados, hoy salgo por la puerta grande, la de Elvira.
Bye bye

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